Seis policías del Comando Radioeléctrico están presos desde el viernes acusados de irrumpir ilegalmente en un domicilio, propinar una salvaje paliza a tres personas y justificar de modo falaz esa acción en la supuesta resistencia que habían encontrado de parte de las víctimas. El juez interviniente estableció que más allá de las circunstancias que envolvieron el incidente, aún en pesquisa preliminar, resulta injustificable la agresión de los efectivos que provocaron lesiones notorias constatadas por médicos forenses.

La inconducta policial quedó insinuada en una serie de acciones sospechosas: el grupo de uniformados se movilizó 40 cuadras para ir a buscar a una persona a la que sacaron a empujones de su casa, a la que molieron a golpes junto a dos familiares que intentaron defenderla, sin convocar a la comisaría de la zona y entrando de manera ilícita a una propiedad privada.

El hecho que se investiga se registró el lunes 8, hace hoy una semana. Desde la Unidad Regional II consignaron en un parte de prensa que un joven de 23 años, Nahuel Beltramini, su padre Sergio, de 49 y su tío Carlos, de 52, habían sido imputados en el marco de un caso de violencia familiar, agresiones y resistencia a la autoridad. Le adjudicaban a Nahuel, a quien habían ido a detener, haber vertido un líquido corrosivo en el auto de una amiga de su ex mujer.

Ante toda la cuadra. Los tres familiares golpeados, que hoy están citados a declarar en Tribunales, cuentan una historia por completo distinta. Nahuel tiene con su ex mujer un hijo de tres años. Tras su separación una restricción judicial le impide acercarse a menos de 200 metros de la vivienda de ella a la vez que pauta un régimen de visita. Según Nahuel ese día almorzó con su hijo, se lo dejó a ella y luego la policía llegó a su casa. La Unidad Regional II adujo que Nahuel había dañado el vehículo de la amiga de su mujer y que eso motivó la intervención.

No obstante las patrullas del Comando Radioeléctrico que llegaron a pasaje Tesla al 1900 (Pasco al 5100) donde viven los Beltramini no dio intervención a la comisaría 14ª que tiene jurisdicción en la zona. Y frente a vecinos, que atestiguaron lo ocurrido, lo sacaron de adentro de la vivienda. Eso implicó que su padre y su tío intentaran detenerlo. El resultado fue que arremetieron a golpes contra los tres.

Los Beltramini fueron a hacer la denuncia a la comisaría 14ª. Pero fue tal la perplejidad allí al verlos que los encargados de la seccional los mandaron directamente a la Dirección de Asuntos Internos, repartición que investiga irregularidades policiales.

Un delito tras otro. Los detenidos fueron indagados el sábado por el juez de Instrucción Nº 9, Javier Beltramone, que les imputó una secuencia de delitos variados: lesiones graves, violación de domicilio, privación ilegítima de la libertad, apremios ilegales y falsedad ideológica de instrumento público. Los implicados son siete: un sargento, un cabo y cinco agentes. Pero solo seis quedaron presos, en condición de comunicados.

Nahuel Beltramini quedó con un ojo cerrado por los golpes y ocho puntos de sutura en el párpado. Es empleado de una fábrica de tanques de agua, está separado desde hace siete meses de su ex pareja y desde hace cuatro una resolución judicial le impide acercarse en un radio de 200 metros a la casa de ella. El vive a unos 100 metros del lugar lo que hace imposible el cumplimiento de la medida. «Ella me hizo una serie de denuncias que ya están archivadas», comentó el joven a este diario.

La denuncia por la que llegaron los policías a la casa es el daño presunto al vehículo de una amiga de su ex mujer que se le atribuye a Nahuel. Entre las conjeturas que se barajan, a partir de testimonios, es que uno de los policías implicados en el hecho tendría algún tipo de vínculo con la chica.

«Aparece como una desmesura que un grupo importante de policías se haya movilizado 40 cuadras para intervenir en un delito de tipo menor, como es el daño de un vehículo, que son hechos que se resuelven en una mediación y ni siquiera van a juicio», indicó un vocero de la investigación. «Y luego la aplicación de semejante castigo a personas desarmadas no se sustenta con los argumentos de la policía», añadió.

¿Resistencia?. La imputación agrega que los policías montaron un fraude ideológico para justificar la acción como resultado de una resistencia a la autoridad que es por lo que imputaron a los Beltramini. «No surge resistencia a la autoridad sino defensa de estas personas frente a una agresión ilegítima de los policías implicados», sostuvo el portavoz de la causa.

Sergio Colombini aseguró que la paliza que recibieron fue tremenda y delante de vecinos. «Me pegaron sin asco. Tanto que un vecino vino y me dijo que me dejara poner las esposas así dejaban de golpearme. Pero fue peor», narró Sergio a LaCapital la semana pasada. «Nos pegaron durante veinte minutos y a la vista de toda la cuadra».

fuente http://www.lacapital.com.ar/policiales/Seis-policias-presos-por-brutal-paliza-a-tres-hombres-en-zona-oeste-20121015-0023.html