Bárbara Troche se comunicó con LA VOZ para hacer conocer una terrible historia ocurrida el jueves último en la Plaza Independencia, al indicar “ocurrió un suceso indignante a mi parecer, y por lo que se ve…indignante para muchos. No podía creer lo que veían mis ojos desde los vidrios de mi trabajo. Un sujeto, joven de edad, irresponsable, ya que se encontraba acompañado de su bebé casi recién nacido y su esposa, se encontraba, en un principio, con un perro de raza pitbull (sin bozal) atado con correa al carrito del bebe en la heladería Iglú, por donde pasaron algunos perros callejeros del lugar ya conocidos por todos”.

“Tras un mínimo gruñido sin consecuencias, ni contacto entre los perros callejeros y el pitbull, este pega un tiron (y ya conocemos la fuerza de esta raza) y bamboleó levemente el carrito. Seguidamente el dueño del pitbull entra en un estado de agresividad y exaltación totalmente inexcusables, se cruza con el pitbull (hasta este momento sujeto por la correa) y cuando se encuentra en la vereda de la plaza Independencia, le suelta la correa al pitbull y le da la orden expresa de atacar”, agregó la indignada mujer.

Detalló que “el animal se fué totalmente encarnizado y desaforado al encuentro de los perros que se encontraban en el lugar, provocando una masacre, literalmente, ya que los quejidos eran estremecedores, y la imagen que me quedó impresa en la mente de este pitbull (y aclaro que soy amante de los perros , razón por la cual mi indignación), inflingiendo tanto daño, fué impactante y vergonzosa”.

“Muchas eran las personas, autos, motos…etc., que paraban y saltaban a este horrible escenario al rescate de los pobres perros que estaban siendo despedazados y que eran imposibles de separar de las mandíbulas del pitbull. Seguidamente, apareció un policía, ya conocido por todos, como Torres, que se acercó al lugar de la ¨carnicería¨ , invitando al sujeto a abandonar la escena, contestándole, como si fuera poco todo lo sucedido, que era policía, intentando restarle autoridad a Torres y de alguna manera justificar su proceder”, siguió su relato la vecina.

Finalmente indicó que “en pocos segundos después, el sujeto se fué impune y solo quedaron restos de sangre y gente auxiliando a los perros heridos, y otros que se amontonaban para llenar de insultos de toda clase al dueño de este pitbull, por la impotencia de la situación. Me resulta totalmente indignante, conociendo a varios policías que cumplen con su trabajo, haber presenciado semejante barbaridad de un irresponsable, necio de su profesión, ¨chapeando¨ y haciendo alarde de que es policía, sin contar el maltrato al que somete a su propia mascota y el peligro al que expone a los demás”.

Fuente: http://www.lavozdetandil.com.ar/ampliar_nota.php?id_n=35270